lunes, 12 de marzo de 2012

La serrana de la Mota

 

1   

Moça tan lozana
non vi nunca a naide,
como una serrana
de la de Ben-zayde.
 
2  

Su perfil perfeto,
la su boca rosa,
el su peito prieto,
la su piel fermosa,
non vi en la frontera
hembra más graçiosa
que tan suya fuera
del de Finojosa.
 
3   

En esta alcaçaba,
sobre la colina,
ella preparaba
fiesta en la medina,
con otros pastores,             
tan bella y coqueta
que de sus amores
quedé majareta.
                                       [Pero vino luego
                                        un doncel apuesto
                                        que alentó su fuego,
                                        como escribo aquesto]:  
 
4.  

Faciendo la vía                
de la Parapanda,
la doncella mía
se fue de parranda,
deixóme cuitado, 
con la pixa rota,
assaz cabreado,
serrana en la Mota.
          
  
5.    

Devino la fembra,
bien asaz putilla,
e dióse por siembra
para la capilla,
su pícara gesta,
dicho en paladino,
ornaron mi testa
como un vitorino.
 
6.  

Bienvindo corriendo,
a la aquesta torre,
la del homenaxe,
y fablóme ansina:
“Finojosa horrendo,
vete, vuela, corre
con el equipaxe,
¡nunca será tuya
la mia golosina!
 
7.  

Yo narré esta glosa
siendo ya marqués,
porque es mala cosa
el tanto xoder.
Fijos, vos saluda,
uno de Alkalá,
con su voz cornuda,
diciendo ¡As-salah!
                                                     Don Íñigo López de Mendoza
                                                     Marqués de Santillana

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