lunes, 24 de septiembre de 2012

La Parapanda

          Cuando el náufrago deja la Goleta y el acantilado de Rocadura se duerme por un tiempo en la cuna de las olas, mecido por el agua, la isla recupera su virginal silueta y todo queda en un blanco silencio, teñido sólo por el vuelo de los cóndores. Es el tiempo del refugio en los cuarteles de invierno, allá por san Mateo, con el sabor del turrón recalentado y la tapa estrella de la feria, la brocheta socialista.
           Entonces el náufrago divisa toda la orografía alcalaína, frente a frente, como un documental siempre vivo y siempre nuevo -siempre íntimo- a pesar del gran ventanal que le descubre los alineados cerros sobre el horizonte azul o gris, a veces verde o celeste, otras marrón o plomo duro.
          Antonio López, un hombre de fuego y oro, conoce palmo a palmo las tímidas colinas,  porque fueron holladas por su paso lento y mimoso, como un pichón adormilado. Él da los nombres de aquella cordillera y el náufrago elige los adjetivos. Iniciado en los Cipreses, se sucede un paisaje de sucesivos momentos crepusculares: la lentitud suave del Camello, el trapecio solemne de Parapanda, el quebrado y frágil Juanil, las levemente dormidas Conejeras, la Dehesilla -almenarada y sinuosa-, junto a la vaguada y femenina Cañá del Membrillo, para rematar con el chulesco y encamado cerro de Roagüevos, ya lindando con la Mota …  Y al otro lado, la vieja Acamuña con sus canas relamidas.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Día del Estudio

         Cuando el náufrago oyó el Manifiesto por el Estudio se le vino de pronto, como un vendaval, toda su experiencia docente. En la Goleta se dispararon escenas de la primera escuela en Ríotinto, el oscuro instituto de Guadix con su obispo medieval, los cursos sucesivos del CAP y la selectividad en Tánger, el proyecto ilusionado de Lisboa (PEC) y los diplomas DELE en Oporto, el futurible de Colombia, los viejos claustros del Ganivet … y aquellas huelgas cuando la LOGSE, y las jornadas pedagógicas de Gijón o Salamanca, los seminarios didácticos, congresos pedagógicos, el Taller de Poesía …. Toda una vida escolar reflejada en las aguas especulares de Rocadura.
         En la educación española siguen los mismos asuntos, los mismos problemas y las mismas frustraciones: la función educadora de los padres y profesores; la necesidad de recuperar el esfuerzo, el orden y la disciplina como marco de la escuela; la preparación intelectual como soporte imprescindible de una formación democrática y para la vida; la Escuela como centro de integración social y humana; la  tarea necesaria y urgente de formar personas críticas y libres; la exigencia de un pacto social por la Educación y la Cultura y la defensa del principio de autoridad … valores que cada año se declaran solemnemente en el Día del Estudio como principios teóricos irrenunciables … ¡Pero qué distinta es la teoría de la práctica!
         Por eso el náufrago sabe que nunca se podrá predicar en el desierto. Ni en el desierto ni en la isla de la Goleta, en donde todo transcurre sin aristas ni meandros. Aquí el agua es como una balsa de aceite que llora en silencio. Pero al menos se ha conseguido que en el calendario alcalaíno el comienzo del curso escolar sea un día importante en la vida de Alcalá.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Quién es el náufrago

De vez en cuando me pregunto, o te pregunto a ti, qué será del Náufrago. Y la verdad que ni lo sé ni me importa mucho. Ni poco. Será lo que se le vaya ocurriendo a mi otro yo, al que siempre va conmigo. Porque el Náufrago es mi doble, ese personaje con el que se disfraza el yo y el que -sin mi permiso- me pide paso cada dos por tres para dejar escrito un collage, una urgencia, una reflexión, una herida, una cita o un apunte a pie de página... cualquier cosa. Pero, siendo mi doble, nunca será mi yo; siempre será un monólogo del otro.