viernes, 4 de mayo de 2012

SOPA DE GOLETA

Toma su nombre de la isla de la Goleta, en donde tiene su refugio el náufrago, una
especie de ínsula de Barataria en donde se confunde lo real con lo imaginario, a la
manera del realismo mágico. Como toda isla, está circundada de agua por todas partes
y, como todo náufrago, llegó allí cuando fue arrastrado a la deriva por unas tormentas torrenciales.
La sopa es el plato central de la dieta, de ahí que merezca ser incluida en este blog para memoria de los siglos venideros.
Se pone a fuego máximo medio cazo de agua con una pastilla de avecrem para que le
dé gusto y sabor;  al hervir, se añaden trocitos pequeños de cebolla, pimiento rojo de
lata, trocillos de jamón york y unos cardos picados de bote. Todo hasta nuevo hervor,
ahora a fuego lento. Se sirve en plato hondo la mitad del cazo y se deja la otra mitad
para otro día. Se prueba y se sazona a gusto del consumidor.
La riqueza vitamínica del plato es del 0. 09 bit. Añádanse los componentes 0,002 de
proteínas, 1.a de calcio y 0,67 de nitrito y quedará en evidencia la riqueza dietética de
la sopa goleta.


Pero siendo esto importante, el principal beneficio está en su positiva influencia mental.
Como si de la lectura de un libro de caballerías fuera, la sopa goleta te hace pasar las
noches de turbio en turbio con la consiguiente dedicación al estudio de la realidad.
Para un mejor y más completo aprovechamiento de ese tiempo de vigilia provocado por
la sopa goleta, se recomienda que no haya internet. Esto es fácil en la isla, pero imposible
en otro tipo de hábitat por lo que el náufrago duda de que la sopa goleta pueda ser
aplicable a otros lugares.
Después de la ingesta de la sopa, se recomienda un puñado de frutos secos.

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