martes, 10 de abril de 2012

Sobre el amor


A la isla Goleta ha llegado una botella con un mensaje luminoso:
“Amar es compartir el pan y la esperanza”. María Zambrano
El náufrago ha leído el mensaje cuando una ducha de cerezas silvestres le ha levantado de su rincón, entre sábanas de hojas secas y figuras de gatos. ¿Compartir el pan quiere decir sólo lo material y económico, o acaso ese pan supera su significado literal de alimento y adquiere el valor del prefijo griego “pan” = todo?
Y la esperanza. Pero la esperanza exige una posibilidad, de lo contrario se echa encima el vacío. Por eso el náufrago corrige a María Zambrano y le contesta que no, que no es eso. Para él, amar es contemplar juntos la luz. Y le contesta con un texto de 30 prosas de amor:





      “Escondidos, abiertos, otoñales, viejos troncos plantados por la lluvia,
       y la luz de amarillo nos dormía. Era todo de luz, luz en los ojos
       del paisaje de juncos, luz y estrella de infinitos lejanos.
       La luz quieta seguía dibujando meandros, arriba las montañas claras, limpias, rotundas
       con el verdor abajo, besando un pie de roca. Amarillo otoñal en los ramajes
       de una madre voraz, el paraíso de la luz en tu rostro imaginado”.
    
                                                                                                                                                 (Prosa 27)

Mientras el náufrago prepara un artículo sobre “amorosa filosofía”, la Goleta comienza a atardecer la noche y -con ella- el despertar del miedo. Ni pan ni esperanza.

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