viernes, 29 de agosto de 2014

Examen de Blu-Tuz

Fue una tarde cálidamente maravillosa. Oír en la Goleta a la sirena explicar el examen de Bluetooth (castellanizado Blútuz) fue algo impagable. Jamás el náufrago había oído una teoría tan disparatada, o sea, tan llamativa y tan amorosamente deslumbrante. Era la voz acaramelada la que discurría entre la rica verdura arropada en bacalao -esa hora del almuerzo- en donde el sopor te visita. Pero aquel día no. Se hablaba de ese jeroglífico crucigramático de las nuevas tecnologías.
El náufrago se declara inútil total en las técnicas del A2PD, bluejacking, Bnep, Obex y demás perfiles. A todo lo más que ha llegado ha sido a escribir “internet vehicular” sin faltas de  ortografía.
                       Y ¡mira que lo ha intentado! … pero no ha podido entender ni un papajote del Pbap, del wi-fi cellphone, del gearbest ni del mini-led. Por eso, aprovechando que el enano de la venta estaba de vacaciones, la sirena empezó su relato con esta afirmación:
-          Pues la próxima vez que necesites comprar un nuevo Smart-Phone XL te van a pedir el certificad del Cursillo Acelerado de Wirelines.
¿Cómo?


Y así fue cómo la sirena fue describiendo, uno por uno, los elementos básicos para una formación
“movilística” adecuada al s. XXI. Ya queda dicho que el faro de Rocadura no había sido testigo nunca de una fabulación parecida. Ni las Mil y una noches, ni la Odisea, ni las obras completas de Julio Verne pueden ponerse a su nivel. Ni hay encanto de bruja, ni humor festivo, ni alegría a borbotones que comparárseles puedan.
La sirena hablaba del examen de blú-tuz como una de las pocas medidas acertadas de Rajoy. Lo había leído en el BOE y la orden era clara: “Todo aquel que quiera comprase un Smart-Phone XL tendrá que
demostrar que sabe usarlo, y para ello tendrá que superar el examen de blú-tuz y llevar su certificado
correspondiente. Así se evitarán tantas situaciones inútiles en el uso y manejo del cacharro”. Fin de la cita.          -¿No sabes para qué sirve el SaleNewArrivals? -¡A la calle, no hay móvil!
     -¿Desconoces la función del Supertablet? ¡A tomar por culo! ¡Aquí no vengas hasta que no manejes bien        los gadgets!
                        El náufrago, que hizo Filosofía y Letras, no entendía nada. Y desde esa candidez que otorga la ignorancia se atrevió a sugerir que le orientara sobre los contenidos del tal examen de blú-tuz por si le daba por preparárselo.
-          A ti te pondrán el EPaT. Sí, el examen para torpes. Y las preguntas serán fáciles, más o menos como ésta: Haz un esquema de uso de redes inalámbricas que permitan la transmisión de banda ISM a 2,4 GHz. ¿Que no lo sabes? ¡No hay móvil y a la calle!, gritaba la sirena.
-     Vamos a ver, dime, ¿qué sabes sobre los dispositivos de mayor frecuencia que se utilizan en el sector de la informática telecomunicativa?; ¿que puedes decir sobre los PDA adaptables a computadoras, impresoras y cámaras digitales? –Si no sabes usar un Smartphone, para qué lo quieres?
-          Bueno, bueno, tampoco es para tanto, se atrevió a contestar tímidamente el náufrago.
-          Estúdiate el nivel básico, ya sabes, los beikin drivers, los file transfers y algo de gíreles y de softonic. Si no… ¡tira el móvil!
                 Pero no; el náufrago no hará el examen, aunque tenga que tirar el móvil. Prefiere otras lecturas.




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