lunes, 11 de agosto de 2014

Carnaval de verano y flamenco

El pasado 8 de agosto coincidieron en Alcalá dos actos, en el mismo día y a la misma hora: la V Noche Flamenca y el XI Carnaval de Verano. Bien. Dos manifestaciones culturales y festivas dignas de todo aplauso, pero distintas.
Medio en broma, medio en serio, se intercambiaron algunos whatssaps escritos en ripios para alegrar la noche festivalera. El náufrago no sabía que había tanto trovero escondido. Dos ejemplos sólo:
                                                Amos ya pal cante güeno,     Yo prefiero el carnaval
                                        q´esta noche el Granaíno      del verano en Alcalá,
                                         l´armará en er Miraó            no se puede comparar,
                                        del sanmarco alcalaíno.       el ¡ay ay! con el ¡já
                                       ¡Peaso de cantaó!                  andaluz y popular.   
Viene a cuento hoy esta hoja suelta de la Goleta por el dichoso asunto del Carnaval de Verano. Después de dos artículos publicados, tres entrevistas en radio y cinco ruedas de prensa en donde el náufrago dice que no está en contra de los Carnavales, todavía hay chiquito por ahí que repite la mentira para transformarla en verdad. El náufrago creía que eso ya había quedado claro, ya que hasta dedicó un escrito al Carnaval y la Literatura (18-2-12).
Pues nada: viene el iluminado de turno y resucita la falsa polémica. O el culto minúsculo (de estatura) no ha leído esos textos, lo cual sería malo, ya que hablar sin información ni argumento es propio del lenguaje eclesiástico, no del intelectual o, sí los conoce, él mismo convierte su escrito en un panfleto.

Lo que sí dice el náufrago  y seguirá diciendo es que el carnaval no tiene sentido en el verano, porque su fiesta es en febrero y, por tanto, es anacrónico. Anacrónico no significa maricón el último ni me cago en tus muertos, quiere decir fuera de tiempo. Imagínense ustedes que, además de celebrar cada fiesta en su fecha, hiciéramos otro Día de la Virgen en marzo, otra Navidad en octubre, otra Semana Santa en diciembre. Pues bien, a esto que parece tan fácil de entender, se contesta con una defensa de lo popular, la tradición y la cultura elitista. Sobre esto último el náufrago habrá publicado 7-8 textos.
Las dos estrofillas del principio ¿son populares, típicas, tradicionales?, ¿es arte, cultura? En media hora el náufrago compuso 32 estrofas. ¿Tan facilón puede ser el arte? ¿Se imaginan ustedes haciendo las Meninas en un par de días, o componiendo la Novena en dos fines de semana? Y es que se confunde todo: rima con ripio, típico con tópico, popular con populachero, tradición con inmovilismo. Conteste, por favor: Quico Pantojo (47% de audiencia), ¿es arte popular, cultura tradicional, andaluz típico? 
Y otra cosa que dice el náufrago es que el carnaval no es identificador de Andalucía. Que los mejores carnavales son los de Río de Janeiro, Barranquilla,Tenerife, Venecia … y ningún lugar de éstos está en Andalucía, que se sepa. Y que sólo el de Cádiz tiene sitio destacado en el mapa. Sorprende tan poco espacio para algo tan andaluz.
Lo que sí identifica a Andalucía es el flamenco, una manifestación cultural y artística que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por todos los elitistas de la UNESCO, y que nada tiene que ver con tanta rociera ni tanto laroleiro. Y de lo que sí está harto el náufrago es de los chistes de Manu, de la malafollá de Juan y Medio y de esa Andalucía de botijo y pandereta. Y así lo debieron de entender los 1000 cultos elitistas que abarrotaron el Mirador de San Marcos. ¿Está claro? Pues verán como no.


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