martes, 3 de diciembre de 2013

Esos ciudadanos

Es el faro de Rocadura un mirador estratégico y espectacular de la Goleta. Cuando subes la mirada puedes contemplar el inmenso paisaje que rodea a Alcalá y que comprende gran parte de eso que se llama comarca de la sierra sur.  Parapanda, Cerro Gordo, la Desilla, el Camello … Toda una orografía circular y perimétrica que ofrece al náufrago la visión impagable de lluvias, nieves y ventiscas; de amaneceres soleados y lunas amarillas; de nubes rosadas, turquesas y grises, según el aire las anima y ventee; de calentonas recachas y tibio mediodías, junto a gélidas noches invernales.

Pero cuando el náufrago mira para abajo la calle se le sube a la terraza y él otea todos y cada uno de los ajetreos de la vida urbana, aquella que los ciudadanos recrean cada día como hábito de vida y de convivencia. Nada escapa a su ojo cuando se asoma a Rocadura para echar un cigarrillo. Y puede ver cómo los ciudadanos hacen de la ciudad su rincón y su apaño, su faena singular, día a día, haciendo de su capa un sayo y saltándose a la torera cualquier norma de convivencia.

1.      Esos ciudadanos que, tan limpicos ellos en su hogar,  echan la basura en los contenedores a cualquier hora, según su real antojo y su santa voluntad.
2.      Esos ciudadanos que, teniendo tres pasos de peatones a mano, cruzan  siempre por la calle de en medio, sorteando coches y -encima- jurando en arameo.
3.      Esos ciudadanos jovencitos que se magrean a todas horas, a plena luz y en plena calle, creyendo que los demás tenemos necesariamente que ser testigos de sus ardores amatorios. No, no es ese beso calentón que te asalta de pronto; es un magreo en toda regla, que llega casi a la antesala de lo que usted sabe.
4.      Esos ciudadanos que tienen la papelera al lado y no hay manera de que le den uso, así lo mande el médico.
5.      Esos ciudadanos que tienen por costumbre ensuciar los bares, inundando el suelo con los restos de gambas, azúcares y servilletas. Y que no saben hablar, tan sólo gritan.   
6.      Esos ciudadanos que, si no tienes un buen dribling  o unos buenos reflejos, te echan un gargajo en el zapato a poco que te descuides.
7.      Esos ciudadanos que se mean en cualquier rinconcillo de cualquier esquina, aprovechando la clandestinidad de la noche.
8.      Esos ciudadanos que llevan la música del coche a toda “leche”, y encima de los Chichos, anunciando a todo cristo que están pasando por allí.
9.      Esos ciudadanos a los que les da igual que el semáforo esté en blanco o en amarillo, con cebra o con cabrillas, porque ellos van, llegan y pasan exactamente cuando les sale de los “güevos”.
10.   Esos ciudadanos que creen que saludar, dar las gracias o pedir las cosas por favor son cosas de maricones.
Estas 10 maneras se resumen en dos: mala educación a granel y convivencia social a cero. Son casos aislados, oiga. ¡Estaría bueno que fueran todos! Y encima te quitaron la Educación para la ciudadanía.

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