sábado, 31 de agosto de 2013

Solo de pito

Era el día de san Agustín en Goleta Beach. El telediario anunciaba a platillo y bombo la incorporación -lenta y pausada- del gremio político y financiero y, aunque la tele avisaba de una racha de tormentas y temporales, lo cierto es que en la Sexi romana no había caído ni una gota (*). Eso sí, fresquito rico en la alborada y ligero viento abaniquero en la costa marina de los fenicios. La noche alimentaba los penúltimos trenzados amorosos del placer. Veranum delectus est. Entonces iba a vivir el náufrago una experiencia tan increíble y tan extraordinaria que -como siempre- los lectores no se la creerán, por mucho que éste jure y perjure que es tan real como la vida misma. Se estaba fumando el náufrago un cigarrillo en el poyete, frente al bar Charly, con esa parsimonia que da un café con churritos recién degustado. Ir y venir de perros con sus amos, de ciclistas desengrasados y de maratones eventuales. Y en esto que se acerca un agüelete y le dice al náufrago: - ¡Fuma, fuma … sigue fumando hasta que te corten el pito, como a mí! Se notaba que el hombre tenía ganas de hablar. Con su permiso … y se sentó junto al náufrago. Aseado, señorial, pulcramente vestido, como si estuviera en una residencia alcalaína para mayores. Y empezó a contar su historia, vocabulario ágil, humor y caricatura, gramática parda pero correcta, entonación adecuada y seseo de un andaluz de la campiña … si, una buena conversa. Sólo habló él. La fluidez de su relato impidió que el náufrago pudiera decir ni pío. Un monólogo interior, directo y épico. El náufrago lo reproduce tal cual, sin quitarle ni una coma ni ponerle ni una letra. Así fue: “Pues mire usté que yo me fumaba cuatro paquetes diarios, me cago en tó, y por eso a todo el que veo fumar le digo lo del pito. Que empesaron a dolerme los güevos, perdone usté la malsonancia, y cada vez que me sentaba se me ponían de corbata y me entraban incontenibles ganas de mear, pero después no meaba o muy poquillo, ¿sabe usté de qué le hablo? Tenía yo 50 años, ahora tengo 83, y no es por presumir pero mi pito casi siempre estaba en posición de presenten armas, usté ya me entiende, y de la noche al día me quedé inapetitoso, así por las buenas, que cada vez que lo recuerdo me cago en dioles y en el tabaco, que veo ahora a una muchacha rellena, a mí me gustan rellenitas, sabe? y me encuentro con que no tengo pito. Bueno, que fui al médico y le dije, señor dortó, que me duele mucho el pito. Bájese los pantalones y espéreme de pie, a pierna suelta, me dijo, y luego vino con una espesie de martillo de plástico y empezó a darme golpesillos por mis partes, sabe?, y me dolía lo más grande. Una radiografía cavernosa, un par de análisis (sangre y orina) y un intento de meada en vivo, ese fue el protocolo para llegar al diagnóstico: tenemos que cortarle el pito. ¿Tengo cánser, dortó? No, que va, lo que a usté le ha pasao es que, de tanto fumar y fumar se le ha anulado la virginis concuspitio… ¿La qué? Que como ya no puede tener deseos carnales, el cuerpo lo sustituye por los fuertes dolores de güevos (sientíficamente, testiculares), así que lo mejor es cortarle el pito ya que no le sirve para nada y por lo menos eliminamos el daño colateral del tabaco. Y esa es mi historia. No fume, hombre, el tabaco aumenta la potensia viril pero anula la apetensia voluptuosa. Es ese contraste entre empalme y desgana una enfermedad que poca gente conose, así que no fume. Quedóse el náufrago hartamente pensativo. Y preocupado siempre por el idioma, le dijo: !Oiga, buen hombre!, por curiosidad, ¿por qué siempre ha dicho la palabra pito y no minda, picha, pene o la conocida vulgarmente como polla?. - Porque como ya no pita, pues pito. Otro día le contaré cómo me lo cortaron. Y lentamente, muy lentamente, el hombre continuó su paseo, sin pito, pero con todos sus achaques a cuestas. (*) Al otro día, víspera de san Ramón Nonato, sí cayó la más grande.

1 comentario:

  1. Estos abueletes son verdaderamente sabios. Déjole acá, Sr Náufrago, un encuentro que me aconteció con una anciana que buscaba un remedio en el campo para su pobre nuera.

    http://fitomendi.blogspot.com.es/2006/09/urginea-maritima.html

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