jueves, 12 de julio de 2012

El Pepetepé

Escribía yo hace ya dos años que el PP se había convertido en el PPTP (Partido Popular de los Trabajadores y Pensionistas). No era una broma o exabrupto (“boutade”, que dicen los franceses) más o menos ingeniosa de esas que el náufrago acostumbra a airear de vez en cuando. Mi ocurrencia fue porque la Sra. Cospedal dijo aquello de “el partido social y progresista se llama Partido Popular”. No, no fue una corazonada o, como suele decirse, un “volunto”, no. Ella siguió por la misma senda en otras ocasiones: “El PP es el partido de los trabajadores, el que defiende a los más débiles; no temáis, trabajadores y pensionistas, que Zapatero os ha fallado, pero nosotros no os fallaremos y sabéis que estaremos ahí siempre, con vosotros”. Y remató días más tarde con aquel eructo que ya está por méritos propios en el diccionario de citas célebres. “Si no hay sindicatos que sepan defender los intereses de los trabajadores, que éstos estén tranquilos, que aquí está el PP para defenderlos”.

El náufrago propuso entonces que la Real Academia de la Lengua incluyese la palabra Pepetepé como un nuevo vocablo y está esperando en la Goleta que la docta institución le haga caso.
Pero después de los últimos recortes del día de ayer, el náufrago propone ahora un nuevo significado (Partido Popular de la Trola y el Pisotón). La trola como un engaño continuado, una falsedad consentida, una mentira a sabiendas, con premeditación, nocturnidad y alevosía, una brutal manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa. El pisotón como verdugo, una infamia dirigida a los plebeyos, la bota contra los débiles, la bofetada a los que menos culpa tienen. O sea, el pisotón no sólo como violencia, sino como injusticia, como dominio, como vasallaje …

Desde la Goleta la crisis económica parece el séptimo infierno de la comedia humana y -en él- el santo Rajoy ha sido condenado como el Gran Diablo.
Cuando al náufrago le dijeron que las últimas medidas anti-crisis habían sido aplaudidas
por los diputados del PPTP, la isla comenzó a temblar y los lagartos marinos invadieron sus costas. Parecía como si los dinosaurios hubieran vuelto a redimir a los hombres de este capitalismo salvaje que nos mandará a todos al vacío.
Cada vez los ricos son más ricos y los pobres son más pobres. Prohibido tocar a las grandes fortunas, a los generosos bancos, a los fieles patriotas, a los obispos subvencionados … De esta manera el Gran Diablo devora a los ciudadanos más marginados y que menos culpa tienen. 
Nada por aquí, nada por allí; aquí no hay trampa ni cartón, ¡plif, plaf! Y así, por arte de magia, el PPTP de la derecha civilizada, de los patriotas, del centro natural, de los verdaderos intelectuales, de los medios independientes, de los grandes gestores, de los empresarios honrados, de los políticos incorruptos, etc. -por arte de magia, digo- ha hecho de la trola y del pisotón sus herramientas de actuación política.
El comentario "que se jodan" de la señora Fabra, ¿fue antes o después de los aplausos de los diputados peperos a su jefe Rajoy por las buenas medidas que acababa de anunciar?
¿Y los tantos y tantos que –ingenuos- cayeron en sus redes … ¿Qué dicen ahora?

No hay comentarios:

Publicar un comentario