viernes, 14 de febrero de 2014

Pichoncito mío

En la Goleta se ha presentado sanvalentín disfrazado de enano de la venta, matando así dos pájaros (píos-píos) de un tiro, ya que este año el loved´s day abre las puertas también a los carnavales. El enano cupidín, como un angelote rollizo, ha entrado con una flecha rota y ha saludado en tono lírico y sentimental, declamando:
           Naufraguito, que fiesta más bonita,
           cuánto arrullo de amor, mi cariñito,
           de nenúfar y sauce estoy llenito,
           pichoncito pichón, cara chiquita.
Ya lo tiene dicho el náufrago, no hay fiesta más cursilona y “esaboría” que la del día de los enamorados que supera, con mucho, a la no menos hortera del “jaloüín”. Un mundo de pajarillos, azucenas, pichoncitos, libélulas, nenúfares y flores de loto alternan con los cariñitos, pocholos y vidasmías. Súmense los corazones rojos, las rosas rojas, los labios rojos y los calzoncillos rojos y tendremos una mezcla de dadaísmo futurista que hace de la oquedad sustancia.  Pero este saludo del enano de la venta era ya demasiado pal bodi. El náufrago contuvo las ganas de enchufar la máquina de dar hostias y, para contrarrestar el soporte poético enanista, propone la siguiente escena:


[Se sube el telón y aparece una dama acompañado por el enano de la venta, vestido de lagarterana. Están en un coche y les da por la reflexión. ¿Cuántas estrellas habrá, pichorra mía? Ponen la radio y se oye la voz de Rouco Varela que habla de los pecados de la carne (no se aclara si de la de pollo-a, conejo-a o palomo-a). Las palabras del cardenal agotan el debate científico al que le sucede este romántico diálogo, que bien podría ser una alternativa al donjuantenorio:
-Él.- Mira qué luna, moruna / nos regala valentín / en esta noche estrellada /
  rosa de pitiminí, disfruta la cursilada / apretando tu pecado, tan voraz y
  endemoniado // a mi bragueta pichuna /, y deja el rímel bella Cuqui /
  que me manchas el Suzuki /, pichón, pinchoncito mío.
-Ella.- Mi hércules bronceado / oyendo a Rouco Varela / no puedo hacerte pajuela /
            compréndelo flor de té / que si mi cuerpo chorrea / mi alma pierde la fe /.
            ¿No querrás chachi piruli / que desoiga al cardenal / oh mi  bravo cuchi, cuchi, /
            no te lo tomes a mal / y olvidemos los magreos:
     ¿No es mejor, ángel de amor, / que en este coche tan bello /
     me digas pochola mía / mientras me rizo el cabello?
- Él.-     Yo te digo cachiruli, / luz de lis, oh prenda mía, / pero si digo pichón /
             no me refiero al palomo / culibajo y maricón/; refiérome con gran dicha /
             a un tirón de la picha./ Ya está bien, lunita mía, /de tanta zalamería /.
             La tengo que parte almendras /, ¡porfa, pichuli, un palete! / ¡dejemos ya la poesía /
       … y sábado sabadete!
- Ella.-  Apaga la radio, pues, / que no se entere Varela / follemos, son ya las diez /
       ¿dónde el condón y las lentillas? / no vayamos a pollillas.
 [ …. ]   Espera, rayo de sol / imán del amor hermoso / ora pro nobis, señor, /
       ¿acaso lo tienes tú / ese regalo amoroso /del cortinglés socialista / de 24 quilates?
-Él.-  ¡Nena, joder, no me mates / ni te me pases de lista,/ Olvidóseme, paloma /
          churumbela y alma mía / cuenta con ella, pichona, / que llegando el mediodía /
          tendrás quilates, chochona.
Ella.-Que te lo has creído tú / basta de luna y estrollas / conmigo no, tururú / ni
         sanvalentín ni leches / ni rosicler ni farfollas,  estoy de pitiminí /, de lotos y pichoncitos /
         hasta el mismo clitorí / así que sube bragueta / y deja libre mi teta…

[Se baja el telón. Al enano de la venta se le han quitado los ardores. Rouco Varela sigue bendiciendo el amor de los amores … La luna vuela en la noche … dulcemente. Suena un ronquido y un pedo … lentamente.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario