jueves, 13 de septiembre de 2012

Quién es el náufrago

De vez en cuando me pregunto, o te pregunto a ti, qué será del Náufrago. Y la verdad que ni lo sé ni me importa mucho. Ni poco. Será lo que se le vaya ocurriendo a mi otro yo, al que siempre va conmigo. Porque el Náufrago es mi doble, ese personaje con el que se disfraza el yo y el que -sin mi permiso- me pide paso cada dos por tres para dejar escrito un collage, una urgencia, una reflexión, una herida, una cita o un apunte a pie de página... cualquier cosa. Pero, siendo mi doble, nunca será mi yo; siempre será un monólogo del otro. 


¿Quién soy? ¿El que soy realmente, el que pienso que soy, el que me gustaría ser, el que dice la gente que soy? Evidentemente yo soy el que soy, pero ¿actúo siempre como yo soy? Estoy seguro, querido lector, que tú te has hecho muchas veces esta misma pregunta. Y que tu respuesta, a veces, ha sido negativa. ¿Quiere eso decir que cuando no has actuado como realmente eres no tienes culpa ni responsabilidad? ¿Se puede decir que tú has hecho esto o lo otro si no lo has hecho tú, sino que el que lo ha hecho es tu otro tú, ése que te gustaría ser o ése que los demás quieren que seas? Me distraigo a veces con estos trabalenguas y se me pasa el tiempo al galope. Y así quedo enganchado en las telarañas de mi propio cerebro.
Escribo esto cuando las medusas han venido de alta mar y se han acercado hasta la orilla con su piel esponjosa y babeante. Cuando las veo, siempre se me viene la imagen del imperio de los mediocres con su baboso pellejo de escarabajo. ¡El imperio de los mediocres …! ¿Pero tienen también su doble las medusas?
 ¿Quién es el náufrago verdaderamente? Imposible contestarme. Tal vez alguien que -lentamente- está vaciando su memoria y escribe contando, tal vez, sus últimas tareas.

1 comentario:

  1. Cogito, ergo sum ( Descartes): Sentio, ergo sum( Agustín de Hipona)Vivo, ergo sum(?)

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