miércoles, 19 de septiembre de 2012

Día del Estudio

         Cuando el náufrago oyó el Manifiesto por el Estudio se le vino de pronto, como un vendaval, toda su experiencia docente. En la Goleta se dispararon escenas de la primera escuela en Ríotinto, el oscuro instituto de Guadix con su obispo medieval, los cursos sucesivos del CAP y la selectividad en Tánger, el proyecto ilusionado de Lisboa (PEC) y los diplomas DELE en Oporto, el futurible de Colombia, los viejos claustros del Ganivet … y aquellas huelgas cuando la LOGSE, y las jornadas pedagógicas de Gijón o Salamanca, los seminarios didácticos, congresos pedagógicos, el Taller de Poesía …. Toda una vida escolar reflejada en las aguas especulares de Rocadura.
         En la educación española siguen los mismos asuntos, los mismos problemas y las mismas frustraciones: la función educadora de los padres y profesores; la necesidad de recuperar el esfuerzo, el orden y la disciplina como marco de la escuela; la preparación intelectual como soporte imprescindible de una formación democrática y para la vida; la Escuela como centro de integración social y humana; la  tarea necesaria y urgente de formar personas críticas y libres; la exigencia de un pacto social por la Educación y la Cultura y la defensa del principio de autoridad … valores que cada año se declaran solemnemente en el Día del Estudio como principios teóricos irrenunciables … ¡Pero qué distinta es la teoría de la práctica!
         Por eso el náufrago sabe que nunca se podrá predicar en el desierto. Ni en el desierto ni en la isla de la Goleta, en donde todo transcurre sin aristas ni meandros. Aquí el agua es como una balsa de aceite que llora en silencio. Pero al menos se ha conseguido que en el calendario alcalaíno el comienzo del curso escolar sea un día importante en la vida de Alcalá.


Y el náufrago recitó aquellos versos de Bertold Brecht:
                  “Estudia la verdad / crece y consigue el ritmo del saber /
                    aprende ahora lo que viene después / lo que ya estuvo en el hombre de ayer /        
mañana empieza, pero apréndelo bien / … y prepara tu viaje hacia la vida”.

Son tiempos de marejada en el mundo de vosotros, jóvenes de hoy y hombres del mañana: el estudio para qué y el empleo que no viene, seguía tronando la voz del náufrago. Malos tiempos, sin duda, para una educación recortada, desvalida y aventurera. Tiempos revueltos, pero también tiempos de esperanza para estos escolares que serán los futuros sujetos de la economía, del arte, de la ciencia y de las humanidades.
Y el náufrago terminó como un volcán redivivo: “el hombre no puede convertirse en un robot idiotizado”, lanzando así un S.O.S. de emergencia para frenar la “droga informática” , como uno de los graves problemas de le educación de hoy.
Y el náufrago terminó con aquellos versos de Benedetti:
          “No te rindas, aún estás a tiempo // de alcanzar y comenzar de nuevo, […]
         No te rindas que la vida es eso, // continuar el viaje,  / perseguir tus sueños,
         No te rindas, por favor, no cedas, // aunque el frío queme, //
          aunque el miedo muerda, // aunque el sol se esconda // y se calle el viento,
          porque aún hay fuego en tu alma., // y aún hay vida en tus sueños.

El Día del Estudio en Alcalá dio el toque de salida al nuevo curso escolar 2012-2013.

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