Cuenta la psicología que hay impresiones que comienzan
gestándose lentamente
como
verdad, alcanzan la categoría de manía que desfigura la realidad y llegan a
convertirse
enuna anormalidad del pensamiento lógico que condiciona la conducta. No hay maldad ni
intencionalidad necesariamente, pero supone una deformación que necesita un soporte culpable.
Ocurrido esto,se proyecta siempre en el “causante” (responsable o no) de la “razón” que le
sirve de motivo. No hay salida. Nada ni nadie podrá cambiar el espectro formado sobre /
alrededor de / con, etc.
enuna anormalidad del pensamiento lógico que condiciona la conducta. No hay maldad ni
intencionalidad necesariamente, pero supone una deformación que necesita un soporte culpable.
Ocurrido esto,se proyecta siempre en el “causante” (responsable o no) de la “razón” que le
sirve de motivo. No hay salida. Nada ni nadie podrá cambiar el espectro formado sobre /
alrededor de / con, etc.
El mismo proceso se sigue en las ideas, opiniones y /
o virtudes y defectos de algo o de
alguien. Nada
que ver con otro tipo de deformaciones como, por ejemplo, el esperpento. Éste
es
una deformación intencionadamente grotesca de la realidad para hacer de ella
una caricatura.
La teoría del espectro, no. Esta
es una deformación irracional de la verdad basada en realidades
aparentes.
El náufrago ha recordado esta teoría mientras
escuchaba todos los loores y alabanzas
sobrela
figura de Adolfo Suárez, que han hecho de su necrológica un obituario
difícilmente digerible.
En laGoleta
se cree que, efectivamente, el personaje ha entrado en la Historia de España por
méritos propios. Su
trayectoria fue impecable: desde un franquismo conocido y nunca camuflado,
heredó una dictadura residual
pero poderosa y -con ella- les bajó los humos a los poderes fácticos
y consiguió
la venida de la democracia.
Pero … ¿cómo es posible que un señor que fue insultado
por unos y otros, que conoció las
zancadillas
de sus propios y la maledicencia de sus extraños, dé lugar a esta literatura de
la
oda
y de la canción, como elegía cínica y,men algunos casos, vergonzante? ¿Es la
muerte
razón
suficiente para desterrar la imagen del espectro?
El náufrago se siente avergonzado de que aquel que fue
“tahúr del Missisipi”, traidor y
antipatriota,
sujeto de paredón y carnaza politiquera
sea ahora “el redentor de la libertad”, el
conciliador
de España y el ángel custodio de nuestra moderna aventura democrática y
nacional.
Y
la vergüenza del náufrago no es porque dude de que eso sea verdad, sino porque
se diga ahora.
La realidad virtual invertida. Todos contra él (antes) … todos con él (ahora).
La realidad virtual invertida. Todos contra él (antes) … todos con él (ahora).
En muchos casos la teoría del espectro se ceba con
unos y otros. El desamor, el despecho,
la envidia, el deseo de revancha son su caldo de cultivo. El espectro anula cualquier
la envidia, el deseo de revancha son su caldo de cultivo. El espectro anula cualquier
tipo
de virtud o cualidad del individuo y, al mismo tiempo, amplia y multiplica sus
vicios y defectos.
Todo
lo que hagas estará mal, porque el espectro teme que haya un resquicio de
salvación.
“Yo
no soy un monstruo como dicen que soy”. Son palabras de Adolfo Suárez, que
pronunció antes
deperder la conciencia e ingresar en ese limbo de su muerte viva. Por supuesto que el espectro puede
teneruno o muchos motivos para dibujar esa deformación, pero éstos se le presentan como irredentos,
deperder la conciencia e ingresar en ese limbo de su muerte viva. Por supuesto que el espectro puede
teneruno o muchos motivos para dibujar esa deformación, pero éstos se le presentan como irredentos,
insalvables,
imperdonables. Sólo cuando viene la muerte se dirá qué bueno era … o no era tan
malo.
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