Antes de que le echen en cara al
náufrago eso de la demagogia, el chocolate del loro y el tú más, confiesa que bueno,
que hay que arriesgarse. Ha dejado pasar unos días el notición, creyendo que se
alojaría en ese bául del subconsciente que todos tenemos adormilado, pero no.
El caso se le presenta cada día más impresentable. Parece que nos adentramos,
definitivamente, en un patio o corral, en un Gran Hermano, en donde la noticia
es escarnecida por una febril y pasional carnaza.
Toda la prensa se ha hecho eco de la
sentencia del Juzgado de lo Penal número dos de Jaén por la que se
condena a un hombre a la pena de un año y un día de prisión por un delito de
“robo con fuerza” en la cosas, cometido
al sustraer "cuatro monedas de euros" del cepillo de donativos que la
iglesia de Consolación tiene en Alcalá la Real. Y por “haber
distraído” al capellán, seis meses y un día de prisión a la mujer que lo acompañaba.
Inmensamente
trágico y triste, ejemplo de la armadura judicial; bochornoso. Este fue el
comentario que hizo el náufrago, firmando con su nombre y apellidos en sitio
correspondiente de la noticia. Nadie se unió a él, ni un solo “me gusta” cuando
se ponen miles a cualquier “chuminá” de feisbuk.
Causa pavor.
Robo con fuerza. ¿Tal vez fue un atraco a punta de pistola? Parece que no, que
con un hierro en forma de L hicieron los pobrecillos palanca. ¿Pensarían
encontrar un botín en el cepillo? Sin duda ingenuos hasta reventar. ¡4 euros!,
la colecta generosa y al completo de la feligresía parroquial. ¿Esperaban los
inocentones que se iban a encontrar billetes y no los diez centimillos que
-dadivosamente- se echan en estos casos, fruto de la caridad, o tal vez confundieron el cepillo del templo con el Banco Vaticano? No se dice en la
sentencia si el condenado recogió el beneficio ilícito en 4 monedas de euro o
si fue en calderilla. ¿Se imagina usted la escena, recogiendo las monedillas una a una?
¿Llevarían una talega o se las meterían directamente en el bolsillo?
La mujer,
seis meses y un día, por cómplice necesario, ya que distrajo al sacristán para
facilitar la operación. ¿Sabría la mujer lo que estaba haciendo o no se enteraba de nada? ¿Y si lo hizo
por amor?
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