El náufrago quiere compartir sus dolores de cabeza con todos los que hacen de la escritura un misterio y del misterio una vida. Sólo pide la inocencia desnuda de todos los quixotes y esa búsqueda urgente de la razón social frente a la fe de los carboneros. El náufrago confía en que otros náufragos, o celestinas, o solitarios, o segismundos, o aventureros, o lazarillos, o robinsones, o tenorios, o puntos suspensivos … se unan con placer y complicidad a esta tarea.
viernes, 4 de octubre de 2013
La lepra del Papado
Ha tenido que ser nada menos que el mismísimo papa Francisco quien
levante la losa de anticlericales y ateos a todos los que han venido día a día
criticando a la jerarquía de la Iglesia, como una estructura piramidal cerrada
y a espaldas del Evangelio. ¿Será anticlerical y ateo este papa jesuita?
Miles de páginas -y cientos de años- las plumas más agudas y libres de todo
el urbi y el orbi han quedado escritas contra esa curia vaticana que era una
bofetada continua al espíritu cristiano de la verdadera Iglesia. Es la lepra del Papado,
ha dicho. Nada de metáforas ni circunloquios, sin florituras y con firmeza, como
un disparo. Así ha sonado la más rotunda y fulminante denuncia contra esa Iglesia
triunfal, de terciopelo y oro que, en cada ritual, hace del Vaticano un escaparate
de lujo, de joyería y de bochorno. Y de camino, arremete contra “un mundo
indiferente ante el hambre y la esclavitud, que lleva a tragedias como la de
Lampedusa”.
Pensaba el náufrago en estas cosas, mientras oía el “gaudeamus igitur”
en la Universidad de Jaén, en la inauguración solemne del curso universitario,
acto presidido por doña Susana, Presidenta de la Junta de Andalucía. Los bonetes, togas
y escalpelas de los doctorandos tenían (mutatis mutandis) cierto parecido al ritual de
los cónclaves y sínodos. ¡Bueno!, la verdad es que el náufrago no estaba allí; allí
estaba el concejal. Pero no divaguemos.
¿Nos seguirán señalando con el dedo a los que siempre defendimos una Iglesia
de los pobres? ¿Sonará raro ahora que el ritual y la liturgia no valen nada por sí solos y que habrá que acompañarlos con una religión interior? ¿Estará mal visto a partir de hoy afirmar que la Iglesia jerárquica ha sido anticristiana? ¿Se atrevería ahora aquel cura a dedicarle al pobre concejal el sermón de la Pilarica?
Pero veremos a ver qué pasa, porque no va a ser nada fácil ni mucho menos; al
revés. Ya ha comenzado a circular una literatura anti-Francisco, precisamente desde lo
más hondo de la caverna. Afilan sus cuchillos editoriales, artículos de opinión y tertulias que ya hablan del gran error del Espíritu Santo al fijarse en el que fuera arzobispo Bergoglio. ¿Logrará el papa Francisco sus objetivos o le quedarán dos telediarios?
Hablando de España, el fin de la era de los Rouco, Cañizares, Pujol, Camino, etc… parece inminente. Nadie se ha atrevido a decir nunca que la curia es la lepra de la Iglesia. Ha tenido que ser ¡un Papa! Es el acto más revolucionario que ha conocido el náufrago en toda su variopinta vida. Hoy mismo ha salido el artículo "La otra memoria histórica". ¿Qué pensará el papa Francisco?
¿Seguirán dándose golpes de pecho esos fieles de velón y sacristía, que se creen
que así ganarán el cielo? ¿Seguirá predicándose una fe carbonizada en un culto misterioso y olvidando esa moral de la pobreza, que tan clara se lee en los evangelios y tan oculta se ha tenido desde las primeras comunidades cristianas?
El náufrago felicita al papa Francisco por esa nueva manera de escribir encíclicas. Y porque hoy es su día, el de san Francisco de Asís. ¡Felicidades, hermano!
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