Es
el faro de Rocadura un mirador estratégico y espectacular de la Goleta. Cuando
subes la mirada puedes contemplar el inmenso paisaje que rodea a Alcalá y que
comprende gran parte de eso que se llama comarca de la sierra sur. Parapanda, Cerro Gordo, la Desilla , el Camello … Toda
una orografía circular y perimétrica que ofrece al náufrago la visión impagable
de lluvias, nieves y ventiscas; de amaneceres soleados y lunas amarillas; de
nubes rosadas, turquesas y grises, según el aire las anima y ventee; de
calentonas recachas y tibio mediodías, junto a gélidas noches invernales.
Pero
cuando el náufrago mira para abajo la calle se le sube a la terraza y él otea
todos y cada uno de los ajetreos de la vida urbana, aquella que los ciudadanos
recrean cada día como hábito de vida y de convivencia. Nada escapa a su ojo
cuando se asoma a Rocadura para echar un cigarrillo. Y puede ver cómo los
ciudadanos hacen de la ciudad su rincón y su apaño, su faena singular, día a día,
haciendo de su capa un sayo y saltándose a la torera cualquier norma de convivencia.
1.
Esos
ciudadanos que, tan limpicos ellos en su hogar, echan la basura en los contenedores a
cualquier hora, según su real antojo y su santa voluntad.
2.
Esos
ciudadanos que, teniendo tres pasos de peatones a mano, cruzan siempre por la calle de en medio, sorteando
coches y -encima- jurando en arameo.
3.
Esos
ciudadanos jovencitos que se magrean a todas horas, a plena luz y en plena
calle, creyendo que los demás tenemos necesariamente que ser testigos de sus
ardores amatorios. No, no es ese beso calentón que te asalta de pronto; es un
magreo en toda regla, que llega casi a la antesala de lo que usted sabe.
4.
Esos
ciudadanos que tienen la papelera al lado y no hay manera de que le den uso,
así lo mande el médico.
5.
Esos
ciudadanos que tienen por costumbre ensuciar los bares, inundando el suelo con
los restos de gambas, azúcares y servilletas. Y que no saben hablar, tan sólo
gritan.
6.
Esos
ciudadanos que, si no tienes un buen dribling
o unos buenos reflejos, te echan un gargajo en el zapato a poco que te
descuides.
7.
Esos
ciudadanos que se mean en cualquier rinconcillo de cualquier esquina,
aprovechando la clandestinidad de la noche.
8.
Esos
ciudadanos que llevan la música del coche a toda “leche”, y encima de los
Chichos, anunciando a todo cristo que están pasando por allí.
9.
Esos
ciudadanos a los que les da igual que el semáforo esté en blanco o en amarillo,
con cebra o con cabrillas, porque ellos van, llegan y pasan exactamente cuando
les sale de los “güevos”.
10.
Esos
ciudadanos que creen que saludar, dar las gracias o pedir las cosas por favor
son cosas de maricones.
Estas 10 maneras
se resumen en dos: mala educación a granel y convivencia social a cero. Son
casos aislados, oiga. ¡Estaría bueno que fueran todos! Y encima te quitaron la Educación para la ciudadanía.
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