Después de las últimas lluvias, el atardecer resucita con
ese brillo propio de los cuerpos adolescentes. Desde las miradas oceánicas de la Goleta , el náufrago
disfruta -a compás- tanto de la sabia nueva de
la Ribera Baja ,
como del cromatismo húmedo de Villalobos o el escarceo erótico del paisaje de la Rábita. Todo el horizonte
alcalaíno se hincha de color y de semillas tempranas. En esta disparatada
crisis, al menos la lluvia está siendo generosa con los harapos de los
andaluzados campos andaluces.
Es
tiempo de esperanza en los barbechos y en la venturosa mies de los almendros
inmediatos. El faro de Rocadura se ríe con esa inocencia luminosa que le regala
su amplio ventanal sobre las mansas aguas del Mare Nostrum. Vuelve el silencio
fértil de las palomas … pero no todo es calma en la calma chicha del poblado.
Parece
que el programa “Salvados” (domingos, la Sexta ) va a ser pasado por la piedra. Sería otro
recorte más en la yugular de la crítica social. Como es sabido, este programa
acostumbra a ventilar la corrupción, aireando todo tipo de trapicheos, robos y
oscuridades de esa fauna voraz que todo lo mastica: los grandes oligopolios
financieros y empresariales que, con la cómplice complicidad de los gobiernos,
hace-deshace-construye-derriba-falsea-enjuaga-añade-elimina-blanquea-adultera
según-para-por-cabe-con-bajo-de-desde-en-entre-hacia- sobre-tras sus intereses,
deseos y necesidades.
No menos indecentes son los silencios o altavoces (según
convenga) de una tribu periodística con el plumero o el tirachinas (según qué)
prestos a la diana. Por Salvados han pasado empresarios, financieros, políticos, intelectuales ... todos con sus más y sus menos.
Salvados
queda, pues, como un islote en pleno maremoto informativo, rompiendo ese pacto
vergonzante entre prensa y realidad y anunciando otra nueva quiebra de la
dignidad. Dicen por ahí que, por primera vez, “un periodista quijotesco (Jordi
Évole) se atreve a arremeter contra los colosales molinos de viento”.
Le llega al náufrago la muy probable probabilidad de que el
programa tenga los minutos contados, ya que los grandes oligopolios se han
dirigido al grupo Planeta, propietarios de Antena 3 y la Sexta , para que tome nota.
Es fácil adivinar que lo que sigue tras la protesta no es más que una retahíla
de amenazas.
Si el
PP está recortando derechos y garantías en los servicios sociales, no es menos
grave el recorte de las libertades (expresión, opinión, pensamiento) y el
deterioro de los grandes principios de igualdad, tolerancia y solidaridad.
¿Salvados?... ¡Salvados! … ¿Salvados! Juegue el lector con
los distintos tonos y exclamaciones.
Por si
esto no fuera suficiente, el náufrago se entretiene en leer la entrevista que le hacen a Santiago Sierra
(El País. Babelia, 19-1-13). Santiago es el pintor que rechazó el Premio
Nacional de Artes Plásticas (2010) y que acaba de inaugurar Los Encargados, una
procesión pictórica por la Gran Vía
madrileña. La entrevista es ¡la hostia!... Hay un párrafo aterrador. Dice:
“España es un país en donde las cunetas están llenas de olvidados y las calles
llenas de intocables; aquí se entierra a los fascistas con música de gaiteros y
la gente se divierte torturando bestias los domingos”… ¡Estamos salvados!
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