miércoles, 27 de febrero de 2013

Blanca y verde

“Campos, campos, campos… Y, entre los olivos, los cortijos blancos”. A. Machado      
“Cantan… ríen …. lloran … y  parece que están solos”. R. Alberti

Hoy es fiesta en la Goleta, y el náufrago ha decorado el faro de Rocadura con el “Hércules dominator”
que aparece en el escudo de Andalucía. Y ha colocado también un gran póster verdiblanco con los síes
y los noes que -según él- deberían presidir el programa para definir a esta gran tierra andaluza.
Un SÍ rotundo:
- Al dinamismo de nuestro pueblo, abierto y sensible a los problemas de todos los andaluces y al aplauso de la dignidad.
- Al compromiso cultural y social para una Andalucía de futuro y a la verdadera tradición, que nace de la intrahistoria de nuestro pueblo y conforma nuestro folclore.
- A lo esencial andaluz (una cultura secular, un sustrato agrario, un nacionalismo integrador, un carácter abierto, un arte manierista, una imaginación mediterránea, un paisaje luminoso o la hondura de lo “jondo”).
- Al ojo que mira, a la sustancia, a lo étnico, a lo telúrico, al trabajo responsable y bien hecho.
.- Al sentido del humor festivo y alegre como filosofía de la vida. Un sí a la sonrisa, a la alegría y a las ganas de vivir.
- A la solidaridad con todos los pueblos del mundo y a la igualdad de derechos y de deberes.
- A una Andalucía reivindicativa que pida ¡tierra y libertad”, por España y la Humanidad, como dice nuestro
himno.

Un NO:
-A los viejos tópicos y piropeos de la pandereta y a tanto caracolillo, a tanta peineta y a tantos golpes de pecho. Un no rotundo a tanta copla y coplilla en Canal Sur
- Al jijijí-jajajá de lo grotesco como forma infame de un humor chabacano. Un no al chistoso palmero de
garrafón pa-mearse-por-las-patas-abajo. Un no a la carcajada.
-Al imperio de la mediocridad y al amiguismo como garantía de nada, ni a esa Andalucía falsificada, chauvinista, conformista y sufrida.
- A lo superficial andaluz (apariencia, amuletos, efectismos, gilipolleces) ni a la Andalucía de puterío y madrugá, picantona y pichabrava.
- A la Andalucía del botijo y la gorra, servilismo de España, al ojo que sólo ve, al espejo, a lo tribal, a “zer más shulos que naide” ni a tanto “jozú, mi arma”. Fuera los bufones.
- Al senequismo ni pamplinas. No nos gusta sufrir ni tenemos por qué poner la otra mejilla.
- A la Andalucía de casino y sacristía. No a los truenos vestidos de nazarenos.
   En la Goleta se han reunido hoy poetas, pintores, músicos, artesanos, doctores, archiveros, para
celebrar el Día de Andalucía a través del arte y la cultura andaluza, es decir, universal. Y han hablado
de la luz, del campo, del duende y del quejío de esta tierra. Luego, la sirena les ha dado a todos el
néctar de su pezón y han dibujado un gran mapa en la mar de los fenicios, en donde ha lucido
-grandiosa y solemne- la bandera blanca y verde.


sábado, 23 de febrero de 2013

23 - F

Quiere el náufrago dedicarle esta página a todos los menores de 40 años, bien porque aún no habían nacido, bien porque tenían entonces tan sólo 6-8 años y no deben acordarse de ello.
Para que se enteren de una vez que hace 32 años hubo en España un intento fallido de golpe de Estado tal día como hoy. Un golpe de Estado protagonizado por militares asaltando el Congreso de los Diputados, mientras se asistía a un acto democrático tan relevante como era la investidura de un Presidente de Gobierno. Para que sepan que España pudo volver a las andadas de la guerra y de la dictadura, defendida siempre por esos chulescos matones que hacen de la Patria un cortijo para acomodo de los caciques.
Los jóvenes actuales deben saber que esta libertad que ahora disfrutan no existió siempre, sino que fue una lucha de sus abuelos contra todo el viento y la marea de aquella extrema derecha formada por capitanes generales, obispos del nacionalcatolicismo, grandes empresarios y banqueros de la escopeta nacional, falangistas del imperio y terratenientes de cortijo y casino.  Esa extrema derecha, la patriótica, la apostólica y romana, estuvo a punto de echar por tierra todos los intentos de modernizar España y ponerla a la altura de la civilización europea.
El náufrago quiere recordárselo a los jóvenes españoles para que se les quiten las ganas de añorar aquellos tiempos malditos o de reclamar nuevos salvadores mesiánicos.


La imagen de la toma del Congreso, pistolas en mano, y los gritos desvergonzados de cuatro patateros forman ya parte de la historia de la indignidad. Ver cómo un cabo furriel zarandeaba a un teniente general indica a las claras el concepto de disciplina militar de los golpistas. Y que no era broma. Los tiros están como huella patrimonial en los rincones del Congreso y los tanques de Valencia diseñaron una macabra película en donde la realidad superaba todo tipo de ficción.
El náufrago quiere recordarles a los jóvenes todo esto en este día. Para que lo sepan y no se hagan los remolones. Para que aprendan lo que costó que ellos tengan ahora lo que tienen. Para que no olviden que la democracia siempre será mejor que la tiranía. Para que ellos mismos se apresten -¡de una puta vez!- al compromiso político y social de esta sociedad que necesita de ellos. Para que den un paso al frente y -con ellos- comience la regeneración de la vida política.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Cuaresma

El otro día, cuando las huellas de las chirigotas y comparsas aún estaban escondidas en algún rincón del teatro, tuvo lugar un relevo de disfraces: la careta carnavalera entregó el testigo al cucurucho cuaresmal, según manda el calendario litúrgico de la santa madre Iglesia.  La pasión de Eros cedía su canto a la compasión de Thanatos. La literatura del placer y de la vida dio paso a la de la pena y la de la muerte. Memento homo quia pulvis es et in pulvere reverteris. Es la manera de iniciar el imperio del valle de lágrimas que, iniciado con la ceniza del miércoles, se agranda hasta la verdadera Pascua del domingo de Resurrección, la fiesta del divino Paráclito que da entrada a Pentecostés.
No estaría mal -piensa el náufrago- que la religión se orientara más a la esperanza y a la alegría y menos a la angustia. Ya está bien de tanto tenebrismo barroco, pero no, cada vez se multiplican más los actos cuaresmales. Antes había un solo pregón de Semana Santa, organizado por la agrupación de Cofradías. Ahora, además, cada una pregona el suyo. Únase el evento de la presentación del cartel, el estreno de los nuevos uniformes, los distintos conciertos de cornetas, los sorteos de gallardetes, triduos, novenas y quinarios … todo un calendario ritual para recordarnos que “somos polvo y en polvo nos convertiremos”.
En la Goleta no hay cuaresma. Los penitentes, cucuruchos, cirios, cadenas, velones, escapularios, coronas, crespones, viacrucis y demás iconos del llanto y del crujir de dientes están prohibidos por un decreto del náufrago. La única ceremonia cuaresmal consiste en meter en las aguas de Rocadura al tío Gafotas y sacarlo convertido en el Ángel de la Guarda. El coro de murciélagos y la cueva negra se transforman en un coro de arcángeles y serafines que desde el Paraíso -entusiasmados- declaman aquel poema de José Hierro que dice:
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo,
después de nada o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito ¡todo! y el eco dice ¡nada!,
grito ¡nada! y el eco dice ¡todo!,
ahora sé que la nada lo era todo
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue la nada,
era ilusión lo que creía todo,
y , en definitiva, era sólo la nada.

Qué más da que la nada fuera nada,
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

Uno que se autoproclama intelectual del secano y del rastrillo alcalaíno, de la nueva ola, sí, de esos que pululan por los foros como el ágora de la cultura, resumió este poema como “un trabalenguas”. No me digan ustedes que no es para darle mil hostias y mandarlo al infierno cuaresmal con el castigo de que oiga durante toda la eternidad un concierto de cornetas.
El náufrago prefiere estos versos de José Hierro a la letanía del memento homo.
La batalla de don Carnal y doña Cuaresma se repite cada año con el mismo olor  a cera y a saeta rota. Y todos los días en la Goleta se canta la Coronación de Mozart antes que el kyrie eleison.

jueves, 14 de febrero de 2013

Enamorados

El náufrago ha decidido escuchar en este día valentiniano una sola canción, Viatge a Itaca de Lluis Llac. A todo volumen, por los silenciosos altavoces de la Goleta, mientras que en la playa la sirena azul se mece con sus alas de nieve y se funde en la espuma de las olas. Tiene el náufrago una carta que escribió hace 26 años, el 14 de febrero de 1987, y que salió en el Ideal de Granada. Y ha decidido leerla mil veces en el día de hoy. Canción y letra para ahuyentar a la manada de gilipollas que hacen hoy un día de jiji-jajá y de corte inglés. La carta fue dedicada a Valle, una hija de rubia timidez, crecida como novia en el ancho corazón del sueño, cuando creyó que el agua y los almendros le amanecían con sus 18 años.

El náufrago quiere compartir con sus lectores algunos párrafos y decir en voz alta que sigue pensando lo mismo:
- Quiero que aceptes que San Valentín tiene siempre un cuerpo de carne y hueso y que el Día de los Enamorados no siempre viene con su calendario rojo, azul o verde, porque en el amor también pintan bastos, grises y marrones.
- Qué puedo decirte en este día en que la ilusión se siembra y –encendida- me ofreces la gran cosecha del vino y de la risa.
- Y yo te digo que amar es conocer al otro, aceptarlo tal cual es, darse en su plenitud y no pedir por ello nada a cambio. Esto último es lo que hace que San Valentín no sea siempre el ángel bueno que nos hace aire con sus alas. Porque amar es principalmente un verbo activo, un verbo en lucha, un verbo potencial; su proceso nunca es acabado, ni perfecto, ni mucho menos, pasivo. La entrega amorosa nunca es renuncia del yo, sino su recreación en el otro. […]
- No confundas la siembra con la cosecha, pues ahora te será fácil adornar el jardín, pero vendrán tiempos de hielo.
- Sé siempre libre, porque la libertad te dará tu credencial como persona. Conserva este amor que ahora mismo te devora y hazlo arder en cada rato. No esperes sentada a que se te dé gratuitamente. Créalo. Mientras tu corazón esté lleno de él, sentirás que tu alma joven nunca conocerá el cansancio. El amor no es sólo sentimiento; es idea y diálogo, cultura y personaje, reflexión e instinto, comunicación y reposo. También es vena y luto, aplauso y lágrima, equinocio y solsticio... lucha.
- El Día de los enamorados es siempre un día erótico, pero hay demonios en el jardín destruyendo castillos de colores. El triunfo del amor nunca podrá ser rutina, aunque sí lo cotidiano. Eso es todo en este día.           
          Mientras el náufrago escucha Viatge a Itaca, la sirena se va adentrando poco a poco en las aguas … como una Penélope que esperara el nuevo beso de Ulises. Ni corazones rojos ni flechas de Cupido. Absténganse los coleccionistas de estupideces o los em-palma-os, sean duques o no.

lunes, 11 de febrero de 2013

Nangten Menlang

Ese es el nuevo remedio. Un centro médico budista que se dedica a dar seminarios y conferencias sobre prácticas tibetanas, el amor de la pareja y las relaciones entre los cuerpos y las saludes. Así, en plural, porque hay distintos tipos de cuerpo y de salud.
El prospecto que le llega al náufrago nos presenta al “elevado” maestro budista, venerable Tulku Lobsang, como un respetado médico de la tradición astrológica tibetana.  Desde chico fue elegido por Nyentse Lama como la 8ª encarnación de Buda. Y poco a poco creó el centro de Nangten Menlang desde donde, protegiendo el antiguo método tántrico de curación, intenta reducir el sufrimiento del mundo por la vía del “intercambio cultural”. Y cada año se da un viaje perioccidental para decirnos que si esto y lo otro sobre la felicidad. ¡Sus güevos ahí!
A 65 € el cursillo y a 5 la conferencia, nada de recetas gratis ni de muface. Y hasta tiene una consulta ambulante que la instala en el pueblo donde va y allí recibe a los míseros de mí e infelices,  previo pago de 45 pelotes.
El náufrago no se lo creía, quiere decir lo del cobro. Jamás había oído que los asistentes a una conferencia tuvieran que pagar 5 €. Así que el próximo día 14 (san Valentín, tin, tin), mister Tulku va a hablar en un teatro que dicen que hay en un pueblo serrano de la Comarca del Sur. Al nombre arabiado de Al-ka(ja)-lá, dicen que responde. Y le han llegado al náufrago noticias, tal vez rumores, chismes o quediranes de que puede que se llene el aforo martinez-montañero.  

Entre las grandes ideas que dirá, según el prospecto, es que el amor no es lo mismo que el deseo, que amar significa abrir a alguien nuestro corazón y que sin amor la felicidad no existe. Que por escuchar esto, que es lo que dicen todos los libros de autoayuda, psico-sociólogos de la berza y moralistas varios y –sobre todo- el sentido común, se cobre entrada es para repetirle de nuevo;¡sus güevos ahí!
Porque él sabe, “de forma cálida y divertida, llevar a la vida diaria el conocimiento milenario de la sabiduría tibetana”.  En cada consulta -sin cita previa-  comienza tomando el pulso “para conocer el estado de los órganos, sangre y fluidos vitales”. También se admite el consultorio privado (personal y espiritual). Como tenga éxito el chino vamos a tener que cambiar de parroquia.  Por eso, si el náufrago fuera cura,  cobraría esos 5 € por cada oratoria dominical, nada de cepillos ni limosnicas.
¿Será porque son gratis por lo que el personal no va a las conferencias culturales? ¡Como echa el náufrago de menos a los santones rurales (Custodio, Manuel y Luis). Aquellos no cobraban, sólo pedían “lo-que-dios-quedrá”. Eso sí, el tal Tulku es un guaperas que está para mojar sopas, según cuentan las tántricas. Por tercera vez el náufrago no tiene más remedio que decir: ¡sus güevos ahí!
¡Mira que si el venerable le quita la malafollá al tío Gafotas! Si eso ocurriera, el náufrago estaría dispuesto a pagar entonces hasta 500 €.

viernes, 8 de febrero de 2013

Canciones de la dictadura

En una mochila de la Goleta, después del último naufragio, ha aparecido un viejo cedé que un compañero de fatigas le regaló al náufrago con motivo de su jubilación. Se trata de una antología de las canciones de la dictadura franquista, distinta -ojo- a aquellas canciones para después de una guerra. En el disco está lo más puro y presencial de las corales juveniles, casi todas con letrillas de marcha y de ripio, aunque se salvan un par de ellas del macarronismo literario de aquella época. La dedicatoria de Alguacil es demoledora:
                     “Canciones para quitarse años y cagarse en su puta madre”

Desde que han aparecido los apuntes barcenógenos manuscritos a plumilla, el náufrago lleva el disco en el coche y lo pone a todo volumen cuando nota que su cabreo se dilata o su aguante amaina. Necesita del ardor guerrero que respiran, del empuje de su ritmo y  de su letanía imperial, que pueden resumirse en la exaltación de la victoria, el perfil del camarada y el pellizco lírico.  No hay pieza musical ni libreto de más inspirados ecos. Ni siquiera le iguala aquel libelo de Villén sobre la Poética del Alzamiento Nacional. Recuerden: dedicado a Pemán y editado en por Cerón “el tercer día de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo del año MCMXXXIX y en el III año triunfal de la España Nacional”. El náufrago guarda ambas reliquias (disco y libro) como oro en paño, así le falte para comer.
La exaltación de la victoria se expresa como sangre bendecida y muerte liberada tras la rutas imperiales de una patria redimida sobre campos y trincheras. El perfil del camarada viste camisa falangista, brazo en alto y prietas las filas, y pasea su alma tranquila henchida de sacrificio.  Y el pellizco lírico que nos dibuja un paisaje de montañas nevadas y banderas al viento, bordando el yugo y las flechas con la mirada claraileja, siempre impasible el ademán y - al paso alegre de la paz- construía un destino en las estrellas …caminando hacia Dios.
Pero nada comparable con los tres enunciados fundamentales: “soy el novio de la muerte”, “volverá a reír la primavera” y “en España empieza a amanecer”. El náufrago se las sabe de memoria, como ya le dijo un día al “Mirón de la Mota”, sí, a aquel socialista de boquilla y de barriga. Insuperable.
Por eso el náufrago ha pensado en grabar una copia para los patriotas gurtelianos quienes, atrincherados en las alcantarillas del silencio, escudan su cinismo y su deshonra (sí, sí, presunta) con la defensa de la amenaza. Para que se enteren de que el náufrago pone estas canciones casi todos los días a todo volumen y -después de quitarse años-  se caga en la puta madre de todos los indeseables. De uno y otro campo, oiga. Después vomita … hasta que de nuevo la música lo lleva por rutas imperiales. Entonces, el faro de Rocadura se enciende y su luz llega al finisterre del mundo.


lunes, 4 de febrero de 2013

El pezón de la sirena

No es cierto que la sirena tenga torso de mujer y cuerpo de pez. Tampoco vale atribuirle  a cualquier pitido o vibración de los cuerpos sonoros la cualidad de “cantos de sirena”. El náufrago sabe que la sirena tiene un cuerpo de ave y que su vuelo de pájaro loco distraía a los navegantes y los desviaba de su rumbo, cuando en los grandes periplos de la historia, los cánticos de las ninfas se propagaban a través de las olas espumosas.
Una antigua leyenda cuenta que esos cánticos no salían de la boca de la sirena sino de su pezón. Primero fueron los reptiles y después los humanoides los que, invitados por su canto, se acercaban a la sirena y chupaban la areola con avidez hasta que los fondos marinos eran regados por la leche de sus pechos. Así nacieron los primeros peces. Poco a poco el pezón de la sirena se convirtió en el centro de la geografía marina y en el punto de encuentro de la cita amorosa. 
Esta historia, verdadera y hermosa, la sabe el náufrago por una crónica antigua, cuando el mar de los fenicios aún no se había instalado en las riberas de las aguas inmutables. Fue un día de invierno,  de corales y piélagos en calma, mientras  preparaba el faro de Rocadura para los fríos de la Goleta. Intentaba encajar el pértigo de la barquilla para que pudiera atarse con el yugo, cuando le vino a la memoria aquella crónica del pezón de la sirena.
            En la barca de Poli // dicen que hay
               una sirenita // caray, caray.
Cada primer viernes de mes, la sirena aparecía ofreciendo su pezón, lozano y victorioso,  como aquella manzana del Paraíso. Y así fueron concentrándose hombres y mujeres en cada cita mensual. Con el tiempo -allí reunidos- empezaron a conocerse y a gustarse, mientras el pezón de la aparecida sirena los invitaba al baile del cimbreo y de la tribu. Un poco más y se juntaron sus cuerpos salvajemente limpios hasta que descubrieron que el sexo era bello, original y cosmético.
El náufrago se imagina que, en el principio del hombre, éste acostumbraba a andar encorvado y a saltos, como un animal primerizo.  Los humanos aún no conocían el sexo como felicidad y sabiduría -como ágape- pues el acto sexual sólo era una obligada y penosa tarea necesaria para colmar el instinto de la especie. Así pasaron millones de años. Los machos se apareaban con las hembras siguiendo un rito animal común a todos los mamíferos.
El náufrago se imagina también la aparición de la sirena con su pezón lascivo y eréctil, aureolado y címbrico, como el de un limón superlativo.  El homo sapiens se dio cuenta de que esa aparición, al principio virginal e inocente, se iba convirtiendo en un lubricante gozoso y beatífico.  Y también notó que, al contemplar el pezón, la vida humana perdía su rigidez de piedra y adquiría la felicidad del orgasmo. El mito de Medusa se había convertido en el mito de Eros.
Algunos (muchos) no creen esta historia. Son los violadores y los machos sin capacheta, esos verracos mamporreros, homínidoss reptiles que culebrean por oteros y dunas hasta que consiguen una presa para su bragueta …como anacondas de furiosa furia. Pero el náufrago cree en esta crónica. Por eso le gusta lamer el pezón de la sirena … hasta inflarse de la savia de la vida.
Esta parece ser en realidad la historia del Paraíso.  La sirena fue tomando cuerpo de árbol y su pezón se convirtió en manzana, la fruta ofrecida por la serpiente.  Macho y hembra se sintieron desnudos y, desde entonces, cada vez que los Adanes y Evas se aparean, recrean el mito del árbol del bien y del mal. Pero no fue la manzana, fue el pezón de la sirena.
Ocurrió en el día sexto de la creación. Y vio Dios que era bueno

viernes, 1 de febrero de 2013

Candelarias

Siglo XV. Tenerife. En la Goleta se prepara ya el nocturno luminoso de las candelas y del fuego que alumbrará la “lumbrá” . También está preparado el sabroso salchichón alcalaíno y el vino de Campoameno. El náufrago asistirá a las distintas hogueras de la urbe imaginándose aquellas fiesta romanas de las Lupercales. Otra vez la Iglesia -siempre al quite y en el sitio y tiempo oportunos- le añadió los elementos necesarios para transmutarla en ritual religioso. Así nos llegó la purificación de nuestra señora y la presentación de su divino hijo en el templo. Alguien hablará del sabor de la tradición y, los más académicos, harán referencia a la “cultura del fuego”, como ya lo hacen con la cultura del  pan con aceite, la del detergente o la del espárrago tempranero.      
“Cristo, la luz del mundo, presentado por su madre en el templo, viene a iluminar a todos como  la vela o las candelas, de ahí el nombre de "Candelaria". (Versión wikipedia libre)
Siendo esta advocación de origen canario, se extendió rápidamente a toda la geografía hispánica, también llamada ibero - sud - hispano americana … hasta llegar a las antípodas e instalarse en la Goleta. El frío de los febreros impide lo que debería ser una romería de gran fuste mariano (¿Mariano? Pero no está el horno para bollos, además de que ya hay bastantes romerías en esta tierra de María Santísima. Competir con la Cabeza y el Rocío sería demasiado, piensa el náufrago, mientras el faro de Rocadura respirará esta noche un denso aire de ascuas y "albulagas". Sonará el himno candelario en el mar de los fenicios con ese arranque militar que suena a modo y manera de la legión:  “A mi Candelaria la próspera tierra” ... 


Después, cada rito se llenará de culosquemaos, chiscos, bolisnas, ragañás, rosetas, punos, espinos, tamales, muñecos, atoles, etc. dibujando el campo semánticos de una fiesta con ingredientes romanos, aztecas y cristianos … de la mano en su origen del gran Chalchiuhtlicue (dios del agua). Todo un ejemplo de sincretismo.
En la Goleta también habrá ritual de la tribu siguiendo el programa de mano precolombino: se sacará en procesión al tío Gafotas en unas andas cubiertas de un negrusco serrín, acompañado por su ejército de murciélagos y una damajuana repleta de atole alcanforado y relleno de zapallo, chile amargo y venado mudo. De postre chompipes y birotes… como en los viejos tiempos de Moctezuma. Habrá libaciones de orines y vomiteras y una bruja le ofrecerá al agafotado demonio un gazpacho de semen podrido para purificar la isla de los malos espíritus.  Algo de esto ocurrirá en la Moncloa. Sustituirán las leñas por un puñado de sobres rociados con gasolina y todo se irá al limbo de lo eterno, mientras la Cospedal se nos ríe de "casta y de sencilla".
El náufrago liberará a los palomillos disfrazados por la tradición grotesca de la falseada “cultura popular” y los dejará libres sobre el azul intenso de las aguas del Mare Nostrum, dando fin a la fiesta.
A partir de hoy, la corrupción habrá sido purificada. El náufrago sabe todo esto.