Me ha gustado el Pregón de Semana Santa de este año, eliminado de pellizcos sensibleros y de retóricas vacías. Destacaría la magnífica introducción con el poema de Benedetti, la oración final por la paz y la reivindicación de la mujer en el seno de la Iglesia. Bien el tono sereno y equilibrado de la pregonera, lejos de tanto sentimentalismo y tópicos baratos. ¡Enhorabuena a Rosario!
Ojalá los pregones religiosos se orienten -a partir de ahora- a difundir una visión humanista de las fiestas religiosas y dejen de una vez ese estilo ampuloso y hueco que tanta rutina encierra.
Un pregón es un acto religioso, claro; pero también es un acto cultural. De ahí que pueda y deba aprovecharse para mandar mensajes de compromiso humano y social. Por eso me gustó el Pregón de Rosario Serrano, una pregonera que dejó en casa los piropos sensibleros y nos regaló una meditación. Prefirió la sensibilidad a la sensiblería, la reflexión a la frase hecha, el equilibrio a la exageración, el mensaje a la galería.
Y eso nos gustó a las personas que, aún defendiendo el laicismo, nos gusta distinguir la hoja de la rama, la raíz del tronco y la corteza de la sustancia. Porque no hablamos exactamente de religión, sino de espiritualidad. ¡Gracias, Rosario!
Gracias Rafael por tu opinión. Rosario
ResponderEliminarRealmente suena como un pregon muy lindo, felicitaciones a rosario por el post y el pregon de semana santa
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