¿Se podrá oír la pintura?, se preguntará el náufrago mañana, cuando Expopinta asome su policromo rostro de retratos, paisajes y acuarelas.
Terminó Etnosur con su canción sembrada en los surcos azules de esta tierra, tan rebelde y tan mansa, tan frágil y tan soberbia, tan oscura y tan limpia, tan suya y tan extraña… tan todo al mismo tiempo, sin orden y con concierto, cerrada a la intemperie y abierta a lo cerrado, y sin embargo …Alcalá con acento.
Terminó Etnosur ardiendo entre las huellas de 40 mil visitantes ingenuos, saltarines, vistosamente cándidos, ardientes forasteros, pacíficos y extraños … y nunca pasa nada, pese a los cuatro agoreros que rezan “paque pase”. Bueno, sí, han pasado dos robos y mire usted por dónde su autores resultaron ser dos alcalaínos.… ¡Ay que ver, cuánta rabia que da a los antietnosures!
El náufrago tendrá que salir de la Goleta para hablar sobre lienzos y pentagramas, Un viaje sorprendente por los caminos misteriosos de la música y la pintura, basado en el concepto de sinestesia. Ya ves, una cosa muy rara, que este tío no se cansa de inventarse pamplinas. A este paso algún día llegará a decir que saber leer es bueno o que la cultura la encuentra necesaria. Y es que hay gente pa tó.